jueves, 1 de abril de 2021

La casa Peón y Duarte en Sadi Carnot N°33.

Luego Williams School for Girls y ahora Colegio Wilmington.

En la Colonia San Rafael y sobre un terreno de casi 2,500m², una de las residencias que sorprendentemente conservan buena parte de los acabados originales, es la que perteneció a la familia de don José Peón del Valle y María Concepción Duarte Martínez de la Pedrera –diseñada y edificada por el ingeniero Antonio Caso‒, sitio marcado por haber muerto ahí el famoso médico, poeta y compositor don José Peón y Contreras –padre de don José‒ en 1907.


Luego de la muerte de José Peón del Valle en Nueva York, la casa se vendió y hacia 1928 las hijas de don Camilo J. Williams –fundador del Colegio Williams que aún funciona en Mixcoac‒ Ana y Sofía establecieron ahí la “Williams School for girls” (WSG), escuela que formó y se transformó en escuela mixta, y para 2017 la organización educativa cambió la histórica denominación a Colegio Wilmington.

Así, conocida por más de ochenta años como “el Colegio Williams de Sadi Carnot”, y sorprendentemente aún flanqueada por las edificaciones de inicio del S. XX, la casa marcada con el N°33 en la calle dedicada a aquel físico e ingeniero francés Sadi Carnot, tiene una encantadora y sorprendente historia, ligada a la educación, medicina, psiquiatría, poesía, teatro, historia, política y Revolución mexicanas...




José Peón del Valle nació en Orizaba el 28 de octubre de 1866; fue el primer hijo del dramaturgo y poeta yucateco José María del Pilar Peón Contreras y su esposa Leonor del Valle Serrano cuando el matrimonio se estableció en Veracruz. Al poco tiempo nació Luis (n.1868) y luego el matrimonio volvió a establecerse en Ciudad de México donde nacieron Leonor (n.1873), Juan (n.1876) y Ramón (n.1877) ‒todos Peón del Valle ‒, cuando el Dr. Peón ganó por oposición la cátedra de enfermedades mentales del Hospital para hombres dementes de San Hipólito, del que además fue director.

Además de sus credenciales como médico, don José Peón Contreras fue varias veces diputado y senador, perteneció a la Academia Mexicana de la Lengua y es recordado fundamentalmente por su labor en poesía, novela y dramaturgia; de hecho, el Teatro Principal de Mérida, lleva su nombre y al centro de la fachada, aloja una efigie del prolífico autor y padre del propietario de la casa que nos ocupa.


Pero volviendo a José Peón del Valle, sabemos que recibió en la Escuela Nacional de Jurisprudencia el Título de Abogado ‒12 de julio de 1893‒, aunque ya era reconocido como escritor: a los dieciocho años ‒aún estudiante de la Escuela Nacional Preparatoria‒, había ganado ya un premio por su “Oda a Hidalgo”. Ya como como abogado desempeñó inicialmente diversos cargos que incluyeron Juez 2º correccional, Juez 4º de lo criminal, agente del Ministerio Público y presidente de debates en los jurados populares.


Aunque portando el mismo nombre que su ilustre padre ‒José Peón Contreras‒ José Peón del Valle alcanzaría destacada celebridad literaria y en la vertiente política, fue diputado federal por Veracruz ante el Congreso de la Unión, y sería postulado como candidato a la vicepresidencia, acompañando al general Bernardo Reyes para las elecciones de 1910. Durante aquel período, la casa de Sadi Carnot N°33 jugaría un rol sustancial…


Diseñada desde 1901 y terminada dos años después por el ingeniero Antonio Caso, la casa sería una de las edificaciones representativas de lo que había nacido como Colonia de los Arquitectos y devendría en Colonia San Rafael.

Abajo, en un fragmento del plano fechado en 1861 ‒designado “Plano general de la Ciudad de México”, impreso por Decaen y que forma parte de la colección de la Mapoteca Orozco y Berra‒, aparece el sector poniente de la ciudad, destacando las edificaciones sobre Ribera de San Cosme; abajo a la izquierda, se dibujó la colonia de los arquitectos (aun inexistente), con las ocho manzanas que la conformarían: al oriente limitaba con la calle de Ramón Guzmán que después –ensanchada– se convertirá en Insurgentes Centro; al poniente con la calle de Rosas Moreno, al sur limitaba con la calle de la Hacienda de la Teja -ferrocarril a Toluca-, hoy Sullivan; al norte limitaba con la prolongación del camino de Fierro de Tacubaya, Calzada a San Rafael, hoy Guillermo Prieto y Camino al Calvario, hoy Gómez Farías; al centro calle de Industria y Garita al Calvario, hoy Serapio Rendón y también al centro la Calle de los Arquitectos, hoy Miguel Schultz. Como referencia, se marca con una estrella el sitio aproximado en que tiempo después se edificaría la casa Peón y Duarte en Sadi Carnot N°33.


Así, hacia el sur del templo de san Cosme y Damián, y lindando con la “Garita del Calvario”, se trazó desde 1862 un fraccionamiento sobre terrenos propiedad de doña Josefa de Terreros de Algara y al que se llamó “Colonia de los arquitectos” a cargo de Eduardo García y Francisco Somera que lo urbanizaron desde 1863, con la idea de alojar las residencias diseñadas por los arquitectos de la Academia de San Carlos.

Años más tarde, los señores Enrique (Henry) Tron y Leon Signoret a través de Eduardo García constituyeron una sociedad para la compra en 1890 de una serie de terrenos al norte y poniente de la Garita del Calvario, que incluía el rancho “Cebollón” y fragmentos de la hacienda San Rafael para crear una extensión a lo que se había urbanizado desde 1863 y no había prosperado; al conjunto se le llamó “Colonia San Rafael” con límites (con nombres contemporáneos) al sur, Sullivan y Parque Vía; al norte, Ribera de San Cosme; al oriente, la Av. Insurgentes Norte; al poniente, la calle dedicada a Gabino Barreda, restricción que luego se extendería hasta la calzada de la Verónica, luego Av. Melchor Ocampo, y hoy Circuito Interior.


Ese nuevo fraccionamiento incluía el camino de la Garita del Calvario y el predio anexo al templo de san Cosme y Damián, frente al que se encontraba desde 1864 el “Gran Tívoli de San Cosme”. Arriba ‒ahora en un fragmento del “Plano Oficial de la Ciudad de México” fechado en septiembre de 1906‒, aparece marcada la casa Peón y Duarte en Sadi Carnot N°33 –casi esquina con la recientemente trazada calle dedicada a Tomás Alva Edison‒ de la ya entonces Colonia San Rafael.

Como complemento, aparece abajo una fotografía del avance de obra de la casa Azurmendi-De Teresa, con la fachada oriente en edificación sobre la Prolongación de la calle de sur 24 (Sadi Carnot) y mirando hacia el Sur, tomada probablemente en abril de 1896 (Ver). Al fondo, se distingue la “Colonia de los arquitectos” que aún está separada por el muro de la Hacienda de San Rafael en la avenida del Calvario (hoy Gómez Farías); a unos cien metros del sitio de la toma, se edificaría la casa Peón.


Para complementar ese contexto, podemos añadir que desde 1900, don Ramón Corral Verdugo edificó para su esposa ‒Amparo Escalante‒ una nueva casa en la 4° calle de Artes –apenas unos doscientos metros al sur de la casa Peón (Ver)‒; la edificación de notable eclecticismo ya fue demolida, pero formó parte del desarrollo de aquella colonia y su sello arquitectónico.



Desde 1901, don José Peón del Valle adquirió para su esposa María Concepción Duarte Martínez de la Pedrera un predio con poco más de 1,500m² en la que entonces se llamaba Calle Sur 32 –primera paralela a Sur 30 que ampliada se transformaría en Avenida de los Insurgentes‒ y ahora conocemos como Sadi Carnot, en honor al físico e ingeniero francés pionero en el estudio de la termodinámica Nicolas Léonard Sadi Carnot, hijo de Lazare Carnot ‒conocido él como el Gran Carnot‒ y tío de Marie François Sadi Carnot, que llegó a ser Presidente de la República Francesa.


Licenciado en la Escuela Politécnica, en 1824 publicó su obra maestra: «Réflexions sur la puissance motrice du feu et sur les machines propres à développer cette puissance», donde expuso las ideas que darían forma al segundo principio de la termodinámica. Arriba, el muy joven Sadi Carnot con el uniforme de la École Polytechnique; grabado a partir de un retrato al óleo de Louis-Léopold Boilly (1761–1845) publicado en la nueva edición de Reflexiones ‒en 1878‒, y frecuentemente reproducido.


Aquel predio –de geometría regular y 28m de frente‒ sería luego ampliado hacia el corazón de la irregular manzana, agregando una extensión que llevaría la casa a ocupar una superficie total de 2,498m². Para el diseño y edificación de esa vivienda, los Peón se acercaron al ingeniero Antonio Caso Morali, que era ya reconocido como constructor de la estación del Ferrocarril del Nordeste en Peralvillo, además de gerente de aquel Ferrocarril, además de edificar entonces la casa de Gabriel Mancera a unos pasos de Catedral.


Casado con Felipa Andrade Gómez de la Fuente sería padre de 8 hijos, entre los que destacarían el mayor Antonio Caso Andrade ‒(1883-1946) filósofo que fue rector de la entonces Universidad Nacional de México de diciembre de 1921 a agosto de 1923‒, y el menor Alfonso Caso Andrade ‒(1896-1970) que casado con María Lombardo Toledano fue destacado arqueólogo que hizo importantes contribuciones al conocimiento de las culturas mesoamericanas y excavando Monte Albán descubrió el tesoro del entierro de la Tumba 7‒.


Arriba, la familia del Ing. Antonio Caso Morali y María Felipa Andrade de Caso, en el patio de su casa por 1901. A la derecha es fácilmente identificable Antonio Caso Andrade que para 1909 sería director de la Escuela Nacional Preparatoria; sentado abajo Alfonso, que en 1932 recibiría de la Universidad Nacional Autónoma de México la distinción Doctor honoris causa. Abajo, la placa en la casa de Cordobanes 15, que aún conserva la casa de Donceles 94, que Caso diseñó en 1902 (Ver).


En la sucinta biografía del ingeniero Antonio Caso que Israel Katzman publicó en “Arquitectura del Siglo XIX en México”, se nos cuenta que:
Vivió entre 1857 y 1907. Conocido como ingeniero, aunque no consta que se graduara en la Nacional como ingeniero civil. Propietario de canteras de donde se extrajo la piedra empleada en el edificio central de Correos, el edificio de la Mutual y en sus propias obras: una en Sadi Carnot, la estación del Ferrocarril del Nordeste en Peralvillo (1900) y el edificio de Donceles 94 (1902). Fue el constructor y gerente del Ferrocarril del Nordeste.

Además, en su investigación respecto al “Entorno a la Plaza y Palacio de Minería”, el maestro Francisco Schroeder agrega respecto al color aquellos sillares de piedra proveídos por Caso y usados en el edificio de Correos: “… que la intemperie oxida por sus residuos ferrosos, dándole un tono de oro pálido…”.


Arriba, la casa de don Gabriel Mancera y su esposa Guadalupe Silva en Donceles 94; es un buen ejemplo del uso de exuberante ornamentación tallada en aquella piedra “tono de oro pálido” que hermana las obras ejecutadas por el ingeniero Caso con el diseño que compuso para el matrimonio Peón y Duarte en la Colonia San Rafael.


Arriba, la casa Peón y Duarte con el acceso desde la calle dedicada a Sadi Carnot; abajo esa calle vista hacia el sur desde la casa Azurmendi-De Teresa, cuando aún se conservaan los terrenos de labranza en 1901 –a avenida arbolada a la extrema izquierda es hoy Avenida Insurgentes Centro‒.


La casa se esbozó en planta, como un gran rectángulo de dos niveles –un semi-sótano y Planta Principal‒ al que orada un pequeño patio para iluminación y ventilación, y del que sobresale al sur un volumen ochavado; hacia el oriente –y la calle Sadi Carnot‒ se colocaron las habitaciones públicas y ceremoniales mientras que hacia el poniente ‒mirando al jardín‒ los ámbitos privados incluyendo el Salón de Música y veranda. Al sur, una gran marquesina de cristal señalaría la monumental entrada principal...



En fachadas, el diseño obedece a la tradición del Eclecticismo Académico, con fastuosa ornamentación tallada en aquella cantera de tonos dorados que también se utilizó en el Edificio de Correos –diseño de Adamo Boari en 1904‒ y la Mutual Life Insurance Company –diseño de Theodore de Lemos y A.R. Whitney, en 1905; ese edificio fue comprado veinte años después por el Banco de México, adaptado y ampliado por Carlos Obregón Santacilia‒, ambos edificados bajo la supervisión del ingeniero Gonzalo Garita. Abajo, “La Mutua” por 1908, en la esquina de Cinco de Mayo y Callejón de La Condesa (atrás a la izquierda, se distingue la estructura metálica del Teatro Nacional en construcción).



Aquella piedra “… que la intemperie oxida por sus residuos ferrosos, dándole un tono de oro pálido…” proveniente de las canteras de la familia Caso, resultó de magnífica finura al ser labrada y daría a las obras esa espectacular coloración, pero desgraciadamente demostraría ser vulnerable a la severa corrosión atmosférica que la Ciudad de México introdujo a final del S. XX; las delicadas tallas del Palacio de Correos, Casa Mancera, y Casa Peón y Duarte sufrirían severo deterioro…



La depurada ornamentación de la casa Peón y Duarte abreva en la tradición académica, y el frente oriente –hacia la calle‒ presenta una composición simétrica, que elevada sobre el basamento del medio-sótano, crea un cadencia 2-3-2 en los vanos de la planta principal –de los que el sótano se hace eco‒, que determina el ritmo del breve desarrollo en alzado; contenida entre dos salientes ‒perforadas por ventanas pareadas y rematadas por un tímpano curvo que las hermana‒, la sección central presenta tres ventanas con balcón y remate con ornamentación ecléctica, todo unificado bajo potente entablamento con friso engalanado con guirnaldas y cornisa prominente, sobre la que se posan los remates que parecieran evocar una baranda…


Aunque la talla es de magnífica calidad y se ejecutó con maestría en esa piedra de tonos dorados de las canteras Caso, la intemperie ha sido desalmada con los labrados y parte de los avivados detalles se han perdido.

Aunque se ha dado mantenimiento al inmueble, el labrado han quedado irremediablemente mermado y la propensión de las palomas a ocupar los resaltes ornamentales ha degradado aún más el delicado trabajo de talla.


En los balconcillos dos distintos motivos ornamentales definen los antepechos, destacando los tres parapetos centrales con resguardos a manera de barandilla romana (Roman railing), dando clara jerarquía a esas ventanas; todos los vanos a la calle, están protegidos por cierros metálicos instalados desde 1903. Arriba, una de las ventanas laterales; abajo, las tres ventanas centrales de la fachada.


Aunque ya lo he dicho, quisiera insistir en el magnífico trabajo de talla sobre la piedra “que oxida en color oro”, ya que ese tomo “oro pálido” da al conjunto una sorprendente delicadeza; considerando además que la tonalidad varía de sillar a sillar, el efecto final ‒ aún a más de 110 años de terminada la obra‒ es de suave solidez e integridad, aún a pesar de la degradación que las piedras han sufrido por ácida contaminación…



Hacia el sur y el acceso principal, la casa se libera de la colindancia a fin de crear una entrada jardinada –a la que en su momento podían acceder carruajes para llegar al fondo del predio‒ a la que aún desciende una gran escalera protegida por análoga marquesina de hierro y cristal; la esquina está trabajada con los mismos sillares del frente, aunque hacia el sur, el trabajo se simplifica, con grandes superficies aplanadas y encaladas.


La casa entonces recibe a los visitantes en un pórtico de acceso de sorprendentes dimensiones –que jerarquizado por la muy amplia marquesina acristalada‒ da paso a las habitaciones de aparato; una decena de escalones llevan a la planta principal que acoge en un portal de columnas tritóstilas y permitía el paso a recibidor, biblioteca, vestíbulo central o saloncillo…



El simple hecho de asomarse desde la calle, hacía maravillarse ante la casa del prominente Licenciado Peón del Valle, que para cuando la casa entró en funciones, ya figuraba como diputado federal frente al Congreso de la Unión representando al estado de Veracruz ante la Cámara.

Una clara división entre las áreas públicas y privadas se logró gracias a un volumen ochavado cuyas tres ventanas permitían tener iluminación desde el jardín –gracias a magníficos emplomados‒ y separaba el pasillo abierto que unía al exterior las habitaciones de orientación sur.


En la esquina sur-poniente, se colocó el cuarto de juegos y costurero ‒trabajado a manera de veranda y con curioso trabajo en hierro‒, que daba paso también a una de las habitaciones más significativas de la casa: el salón de música. Así, en el ala privada de la casa, don José Peón del Valle y María Concepción Duarte Martínez de la Pedrera tenían dos habitaciones contiguas para sus pasatiempos favoritos.


A muchos sorprende que las habitaciones estuvieran abiertas y ligadas al exterior por un pasillo descubierto, pero es importante recordar que era usanza común en la época y se siguió usando tanto en la Colonia San Rafael, como años después en la Colonia Roma (Ver)


Al centro de la fachada poniente con vista y salida al jardín‒ y cubierta por otra marquesina de cristal‒, está la sorprendente fachada del cuarto de música; un vano de «motivo palladiano» da paso a la habitación, en la que recubiertos los huecos con magníficos emplomados encontramos el salón dedicado a la música, canción y concordia…


El espacio antecedido por una pequeña terraza ‒que liga además otras habitaciones y permite descender al jardín por una doble rampa‒, debió ser sitio predilecto de ambos José Peón; resguardados los tres vanos con cristales coloridos de magnífica factura, los emplomados evocan la historia familiar con las armas de Peón, Salazar, Duarte y el escudo de la Fraternidad Sacerdotal San Pedro…


Tanto vidrios de colores, como secciones grabadas y esmaltadas son de extraordinaria calidad y aún se conservan en perfectas condiciones casi 120 años luego de ser colocados.



Afuera, y como complemento a las habitaciones que miran al jardín, se colocó una fuente recubierta de mosaicos coloridos y realzados, estanque que al centro se engalanó con una escena floral, que aún se conserva en su sitio.



La casa se terminó a final de 1902, y aunque los amueblados seguirían perfeccionándose, la familia entera ocupó la casa en abril de 1903, justo a tiempo para celebrar don José su nuevo escaño como diputado ante Congreso de la Unión.

No tengo imágenes del interior de la casa con los amueblados originales, pero podemos ilustrar aquellos interiores con imágenes de las viviendas que en el período se terminaron en la Colonia San Rafael. Abajo el comedor de la residencia en Sadi Carnot N°26.



Aunque la casa era oficialmente domicilio de José Peón del Valle y su esposa María Concepción Duarte Martínez de la Pedrera de Peón, funcionó también como domicilio habitual de don José Peón Contreras, que además de su casa en Mérida, seguía ‒oficialmente‒ teniendo morada en el Hospital para hombres dementes de San Hipólito, institución que estaba ya programada a desaparecer y mudar pacientes al nuevo hospital que se proyectaba edificar en las inmediaciones de Mixcoac, en terrenos de lo que habían sido parte de la Hacienda de La Castañeda (Ver)

Durante esa primera década del S. XX, la Colonia San Rafael se transformó en uno de los sitios más prestigiados de la ciudad y la calle dedicada a Sadi Carnot era buen ejemplo de ese apogeo, apenas a unas calles de la nueva estructura del Palacio Legislativo. Abajo, en una imagen captada hacia 1908 y que mira hacia el norte, podemos ver el cruce con la calle Valentín Gómez Farías; a la izquierda, la casa que ahora ocupa la Universidad del Valle de México y al centro, la cúpula de un edificio de vivienda que aún resiste –aunque ya sin el solemne remate‒.


Recordemos que además, don José ‒padre‒ había fungido como diputado por su estado natal ‒Yucatán‒ y por el de Nuevo León, mantenía una estrecha amistad con el Presidente Porfirio Díaz, y había ingresado a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística; desde marzo de 1896 fue elegido a ocupar de la silla número IX en la Academia Mexicana de la Lengua y aunque viajaba constantemente a Mérida, pasó un largo período en la casa de San Rafael preparando con su hijo un viaje por Europa, que se programó para 1906 y 7.

Entretanto, José Peón ‒hijo‒ fungía como diputado federal por Veracruz ante el Congreso de la Unión y formaría parte activa de la efervescencia política que por aquellos años (1904) reformó la Constitución para extender el período presidencial a seis años. Desde que Porfirio Díaz había retomado el poder en 1884, la modernización tocaba casi todas las porciones de México y sostenía un crecimiento económico sin precedentes: se sustituyó el humo de cañones por el humo de fábricas, fluía le inversión extranjera y bancos abrieron puertas en todo el país, mientras que tiendas como Liverpool y El Palacio de Hierro se multiplicaban…


Así, ambos José Peón –padre e hijo‒ formaban parte de la estructura de gobierno cuando se iniciaron las obras del Teatro Nacional y Palacio Legislativo, así como cuando se creó la Secretaría de Instrucción Pública con don Justo Sierra a la cabeza. Poco antes de embarcarse a su extenso viaje por Europa, el 12 de enero de 1906 ‒precisamente el día de su LXIII cumpleaños‒ don José estrenó en el Teatro Yucateco el drama “A Pesar de Todo”, que sería aclamado como nunca antes.

Aquel viaje se dio sin contratiempos, con extensas visitas a Berlín, Moscú y Londres –aunque en enero de 1907 al llegar a Londres se enteraron de la huelga en la fábrica de Río Blanco y la agresiva intervención del ejército‒, pero habiendo arribado en agosto a París, don José –padre‒ sufrió una parálisis facial periférica aguda que obligó al grupo a acortar el viaje y volver a México. Don José Peón Contreras moriría ‒probablemente a causa de una neoplasia de parótida‒ seis meses después a los 64 años en la casa de la Ciudad de México, el 18 de febrero de 1907.


Durante el período de dolencia de su padre, José Peón escribió acerca de sus experiencias de viaje en dos libros: “Brumas del Norte -Leyendas y Tradiciones-“, y “Tierra Nihilista... Recuerdos de Rusia”, ambos publicados a final de 1907.



Al año siguiente y luego de que fuera hecha pública la entrevista de James Creelman ‒del Pearson’s Magazine‒ al Presidente Díaz, declarando que el país estaba: “preparado para la democracia”, José Peón ingresó al nuevo “Partido Democrático”, que apoyó la candidatura de Bernardo Reyes -en 1908-, y con él fue nombrado candidato a vicepresidente.

Abajo, miembros destacados de la Convención Reyista; al centro, Bernardo Reyes –fácil de identificar por su blanca y larga barba‒ y José Peón del Valle, que sería designado por esa Convención candidato a la vice-presidencia.


El general Bernardo D. Reyes Ogazón era destacado militar y político, que había peleado en la Intervención Francesa en México y por más de 20 años destacó como gobernador del Estado de Nuevo León, período en el que logró notable avance económico, industrial y social. Había sido uno de los hombres más cercanos y fieles al presidente de México Porfirio Díaz y cercano compañero también de José Peón del Valle, gracias a su hijo Rodolfo Reyes...


En 1900 Reyes había sido nombrado Secretario de Guerra y Marina por el propio presidente Díaz, pero tuvo que renunciar al cargo en 1902 a causa de conflictos con el grupo de "Los Científicos", y volvió al cargo de gobernador en Nuevo León. Considerado como prometedor candidato para sustituir a Díaz, sería propuesto por la Convención Reyista, pero retiró su candidatura luego de entrevistarse con el presidente, que había decido reelegirse…

Abajo, el general Bernardo D. Reyes en la escalera de acceso a la casa Peón, justo luego de retirar su candidatura y poco antes de partir a Europa con una encomienda presidencial.



Entretanto, el licenciado Peón del Valle seguiría inmerso en la política y volvió a la Cámara de Diputados; durante las Fiestas del Centenario de la Independencia de México, representó al poder legislativo en varias ceremonias y en octubre dirigió las discusiones respecto al Plan de San Luis en que Madero convocaba a levantarse en armas contra la dictadura. De hecho, Peón ocupaba el puesto de vicepresidente de la Cámara cuando el general Porfirio Díaz renunció el 25 de mayo de 1911.

Abajo, la Colonia San Rafael vista desde la estructura del Palacio Legislativo (ahora Monumento a la Revolución); al frente, la avenida Valentín Gómez Farías y a la derecha la calle de Sadi Carnot, sitio que he señalado donde habitaba el diputado don José Peón del Valle con su esposa María Concepción Duarte Martínez de la Pedrera.



Durante la transición y el interinato de don Francisco León De la Barra, José Peón del Valle fungió de nueva cuenta como representante de general Bernardo Reyes y luego de las elecciones del 15 de octubre de 1911, se reunió con los representantes de Madero para validar aquella elección; abajo, el 19 de octubre con De la Barra, representantes de Francisco I Madero y Bernardo Reyes –Peón del Valle, aparece a la izquierda de De la Barra‒.


Aunque contrincantes, se auguraba que Madero y Reyes trabajarían unidos –el 13 de agosto de 1911 aparecieron juntos en diversos medios incluida la portada de “El Mundo Ilustrado”‒, pero luego de las elecciones, Reyes partió rumbo a Tamaulipas y cruzó luego a los EEUU…



Desafortunadamente, el general Reyes se sublevó en contra del gobierno de Francisco I. Madero mediante la proclamación del Plan de la Soledad (Tamaulipas) ‒el 16 de noviembre de 1911‒. Al no contar suficientes seguidores, Reyes se rindió en Linares, fue encarcelado y trasladado a la prisión de Santiago Tlatelolco. Luego del juicio militar fue condenado a muerte, pero gracias a los buenos oficios de José Peón, el presidente Madero conmutó la pena por prisión y lo mantuvo retirado en Tlatelolco, aunque recibiendo visitas y ausentándose para acudir a algunas comidas...


El domingo 9 de febrero de 1913, Bernardo Reyes fue liberado en lo que conocemos como el inicio de la Decena Trágica; murió ese mismo día durante el primer asalto a Palacio Nacional y en el proceso salvó de la metralla a su hijo. Horas después, llegó Rodolfo Reyes a refugiarse en Sadi Carnot N°33, casa de su amigo José Peón y juntos verían desarrollarse la desventura del levantamiento…


Resguardado Palacio Nacional y los sublevados fortificados en La Ciudadela, la Ciudad de México vivió varios días de zozobra; a las 10:30 del 11 de febrero comenzaron las acciones bélicas: las calles quedaron llenas de cadáveres de hombres y caballos, mientras que el “Reloj Chino” de Bucareli quedó desmembrado. El 12 de febrero, los golpistas dirigieron sus disparos a la cárcel de Belén provocando un motín e intento de fuga; el 13, los golpistas tomaron la torre de la iglesia del Campo Florido transformándola en escenario principal de los combates. El 14 de febrero comenzaron rumores de una posible intervención estadounidense y el 15 un grupo de veinticuatro senadores de oposición se reunieron para pedir a Madero su renuncia…

El 16 de febrero se pactó un armisticio por 24 horas, pero el 18 el presidente y el vicepresidente fueron arrestados en Palacio Nacional y se negoció un pacto con los golpistas mediante la intervención de Henry Lane Wilson en la embajada de los Estados Unidos; el 22 de febrero por la noche, Madero y Pino Suárez fueron asesinados.


Por su liga con el general Bernardo Reyes, José Peón del Valle sería señalado como conspirador y culpado -aún indirectamente- por el asesinato de Madero y Pino Suárez; pasaron los períodos de Huerta, Carvajal, Gutiérrez, González Garza y Lagos, y a pesar de vivir ya alejado de la política, fue deportado en 1915 por orden de Venustiano Carranza. En la imagen de arriba, aparecen Bernardo Reyes y José Peón del Valle luego de retirar su candidatura en 1909.

Durante el destierro, don José encargó a la familia de don Javier Horcasitas –que habitaban a apenas un par de calles‒ el custodiar algunos muebles y pinturas de la casa; por desgracia, la casa sería objeto de robo por la famosa “Banda del automóvil gris” y fotografiada durante la investigación posterior. La imagen es un buen referente para imaginar los interiores de la casa Peón y Duarte en Sadi Carnot N°33.


Durante el destierro, Peón viajó por Europa con su esposa y fijó luego residencia en La Habana –Cuba‒, donde permaneció cuatro años colaborando en los periódicos La Nación, Universal, Cuba y América, y Diario de la Marina; viendo el triunfo de Álvaro Obregón a final de 1920, y pensando que pasaría algún tiempo antes de volver a México, mudó a Nueva York.


El Lic. Peón del Valle murió el 19 de octubre de 1924 en la ciudad de Nueva York ‒EEUU‒. Está sepultado en el Panteón Francés de la Piedad ‒Cd. de México‒; con él descansan sus padres, uno de sus hermanos y otros familiares, pero la tumba está muy deteriorada y difícilmente se leen las inscripciones. Doña Concepción viuda de Peón del Valle volvió a la Ciudad de México y viviría en Ribera de San Cosme N°22, apenas a una cuadra de la casa que dejó en 1915…


Luego de la muerte de don José Peón del Valle en Nueva York, la casa se vendió y hacia 1928 dos de las hijas menores de don Camilo J. Williams, Anna y Sofía Williams Rani, establecieron ahí la “Williams School for girls” (WSG), escuela que formó señoritas por un largo período, en contraposición al Colegio Williams que para entonces dirigía ya John A. Williams en Avenida Revolución.

Abajo, don Camilo y sus hijos; sentada a extrema izquierda Sofía y a la derecha, de pie junto a su padre, Ana Williams Rani.



Durante el resto del S. XX la “Williams School for girls” operó en lo que había sido la casa Peón y Duarte en Sadi Carnot N°33; aprovechando el terreno ampliado hacia el corazón de manzana y los inmuebles edificados ahí, los casi 2,500m² de terreno permitieron la evolución de pequeños grupos en nivel primaria y luego secundaria.


Salvo el retiro de un muro al fondo, la casa no sufrió alteraciones mayores y las diversas habitaciones de la casa se adaptaron bien al nuevo uso. En los años 60’ y 70’ el colegio siguió operando bajo la tutela de Anna Williams Deschlefer, y los vecinos se habituaron a ver los autobuses del Colegio estacionados en la calle, mientras la Colonia San Rafael modificaba por completo su vieja tradición residencial…



Es notable el que la casa N°33 siga en pié y en buenas condiciones, más aun considerando la gran cantidad de residencias que han sido destruidas en la zona; abajo la casa en la esquina de las calles Sadi Carnot y Valentín Gómez Farías –que aparece en una fotografía anterior‒ durante la demolición…



Al paso del tiempo y con el nuevo siglo, “The School for girls” se transformó en escuela mixta, y para 2017 la organización educativa cambió la histórica denominación a Colegio Wilmington.

Aún hoy, las diversas habitaciones conservan buena parte de los acabados originales; abajo, el salon de Música, que en buena medida sigue conservando aquella vocación, además de preservar puertas, lambrines y vitrales.






Este Blog se ha hecho gracias al apoyo incondicional de Julieta Fierro; está dedicado a las “Grandes casas de México” y pretende rescatar fotografías e historia de algunas de las residencias que al paso del tiempo casi se han olvidado y de las que existe poca información publicada. El objeto es la divulgación, por lo que se han omitido citas y notas; si alguien desea mayor información, haga favor de contactarme e indicar el dato que requiere. A menos que se indique lo contrario, las imágenes provienen de mi archivo, que incorpora imágenes originales recopiladas al paso del tiempo, así como el repertorio de mi padre y parte del archivo de don Francisco Diez Barroso y sus imágenes de Kahlo; en general, he editado las imágenes a fin de lograr ilustrar mejor el texto. Si se utilizan las imágenes, favor de indicar la fuente –aunque advierto que pueden tener registro de autor–. Abajo, una imagen de la "Estudiantina Williams" con su maestro fundador, don José Luis González C. en una imágen que aparece en red sin autor.



Conforme haya más entradas (¡Ya hay más de un centenar!), aparecerán en el índice a la parte superior derecha de ésta página…



También se puede encontrar un índice general en: http://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2016/02/indice-de-grandes-casas-de-mexico.html

Ver


Arriba, un soneto dedicado a don José, escrito por Ignacio María Luchinchi como agradecimiento al recibido luego de la muerte de su esposa.

Para mi sorpresa, en el libro de Vicente Martín Hernández “Arquitectura doméstica de la ciudad de México (1890-1925)” publicado por la UNAM en 1981, aparece en la página 216 una fotografía de la Casa Peón, y al pié: “Fig. 5. Los grandes ventanales de los edificios señoriales, son aberturas reservadas y orgullosas a través de las cuales sus dueños se relacionan con el exterior en forma distante y altanera.”


















18 comentarios:

  1. ¿Para cuando Sadi Carnot #116? Un abrazo! Excelentes investigaciones!

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  2. Muy interesante, como siempre. Me puedes compartir el dato de donde se sabe que la calle Sadi Carnot se llama así por el polytechnicien y no el presidente de Francia? Gracias y saludos

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    1. ¡Hola Triss!
      Según entiendo, esa calle ‒llamada Sur 24 con la nomenclatura numérica de 1891‒, era parte del viejo trazo de la Colonia de los Arquitectos; en 1893 se prolongó hacia el norte más allá de la Calzada del Calvario (hoy Valentín Gómez Farías) y se la llamó Sadi Carnot.
      Otras calles de la colonia rendirían homenaje a los inventores, maestros y técnicos que se admiraban en el período:
      Tomás Alva Edison, el inventor, científico y empresario estadounidense; Miguel E Schultz docente y geógrafo alemán, nacionalizado mexicano; Guillermo Prieto escritor, poeta, historiador y político mexicano; José Rosas Moreno escritor, poeta y fabulista mexicano; Gabino Barreda médico, filósofo positivista y político que introdujo el método científico en la enseñanza elemental; Francisco Javier Pimentel y Heras Soto, que fue escritor, historiador, lingüista, indigenista y académico mexicano; Alfonso Herrera Fernández, farmacéutico, naturalista, escritor y académico; etc…
      Además, para 1894 ‒año del asesinato de Marie François Sadi Carnot (Limoges, 11 de agosto de 1837-Lyon, 25 de junio de 1894) y cuando saltó a la fama como mártir de la República Francesa‒ la calle ya había sido bautizada; pero en realidad, los tres Sadi Carnot son dignos del homenaje…
      ¡Saludos!
      RF

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  3. Increíble publicación! Tendrá algunas fotografias de la casa de Cantinflas en Paseo de la Reforma 2402? He estado buscando y no hay fotografías de la propiedad que ahora ya ha sido demolida.

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  4. No sabía la historia de mi amada escuela. Es un gran privilegio para mí ser ex-alumna de Comercio del Williams School for Girls.

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  5. Extraordinaria historia de mi amada escuela tan bonita. Gracias.

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  6. Hermosa fotografía de la "Estudiantina Williams" con su maestro fundador...Profr. José Luis González C.

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  7. de casualidad no tienes nada de la casa de Juan Sordo Madaleno en Sierra Fria 725 Lomas de Chapultepec?

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    1. https://www.sordomadaleno.com/sma/es/projects-sm/sierra-fria-725

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  8. Gracias por toda la información, mi hija estudió ahí y tuve la oportunidad de recorrer la casa casi en su totalidad. De las cosas más impresionantes para mí son los artesonados.

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  9. Excelente artículo, existe la posibilidad de que me compartieras un par de fotos de tu artículo en un formato con mayor resolución?
    De antemano muchas gracias

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  10. Muy interesante este artículo lo disfruté mucho.
    Orgullosa de ser exalumna del WSG durante toda la primaria durante los años 60' Recuerdo con cariño a miss Sofy Williams que fue mi maestra de inglés.❤

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